A sugerencia de mi propia madre me puse a pensar en algo que se vuelve cada vez más común en nuestras redes sociales, y es justamente sobre ellas, las madres.
De acuerdo a estadísticas del propio Facebook, red a la que referiré en especial, durante el 2011 uno de los sectores que más crecimiento tuvo fue el de las personas de 35 a 54 años, es decir, la edad que tienen la mayoría de las mamás de la generación fundadora de Facebook. A qué voy con todo esto, pues a que mi mamá está en Facebook… Y TU MAMÁ TAMBIÉN.
Cada vez son más frecuentes las madres que, interesadas por el movimiento social que Facebook y Twitter tienen en nuestra vida diaria, deciden abrir su cuenta para ponerse en contacto son sus amigos y conocidos, pero también para vigilar el comportamiento de los hijos, viendo fotos, videos, leyendo publicaciones, agregando a los amigos de los hijos y hasta a el novio o la novia en turno del engendro, es decir, en pocas palabras se vuelven unas stalkers profesionales, total “si yo te di la vida, yo te puedo estoquear”.
Pero a madres digitales, hijos renuentes, y es que conozco a más de uno que tiene a su mamá pendiente de respuesta a su solicitud de amistad, no por unos días, sino por meses (no hay que ser), así que a las pobres madrecitas, sin ofender claro, sólo les quedan dos cosas… o resignarse al rechazo virtual de su bodoque, o presionarlos para que las acepten so pena de no lavarles, cocinarles y/o plancharles (y que conste que no estoy dando ideas).
Por otro lado existen los hijos que si le dan acceso a su madre, total, “el que nada debe, nada teme”, e inclusive le firman, etiquetan en fotos y hasta platican por inbox llevando una relación, algunas veces, mejor que la de la vida real. Este efecto se da también de madres a hijos, pues hay algunas mamás, sobre todo mamás jóvenes, que inducen a sus criaturas a dar los primeros pasos en Facebook, abriéndoles ellas mismas su cuenta y agregando a sus primeros amigos (puros familiares por cierto).
Sin duda que de todo hay en la viña del señor, mamás negadas, hijos regañados, fotos etiquetadas como privadas, en fin, a final del día Facebook es una red social pública en donde cualquiera puede entrar, pero está en las manos del usuario las cuestiones de privacidad (algunas, no todas), lo que si reconozco nuevamente es que las redes sociales han ayudado a acercar a muchas familias, comunicarlos de manera fácil y gratuita e, incluso, conocer aspecto de sus integrantes que ni conocían. Y señoras, si su hijo no la acepta, no se preocupe, algún día saldrá de su casa y querrá por lo menos tenerla vía Facebook, por mientras que eso pasa usted suba las fotos de chiquito cuando lo bañaba y ya verá como si lo acepta.
Dale compartir si tienes a tu mamá en Facebook, o si no la has aceptado, o si eres mamá con hijos en Facebook, en fin, simplemente compártelo, por mientras, nosotros, seguimos EN-RED-@2.
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