Lo preguntaba ayer en mi Facebook personal y quise retomarlo hoy en esta vía: ¿ya sabe el #Bronco que de aquí al 2018 tiene que ser Gobernador de Nuevo León?
Mis queridos y ficticios lectores. Si ustedes son neoloneses, podrán haber notado ya que, pese a tener uno de los gobernadores civilmente más respaldados de la historia política de la entidad, hoy el Palacio de Cantera tiene un vacío de poder, donde parece que su titular no termina por darse cuenta que ya es Gobernador y que la chamba es mucha y muy pesada.
Y estaba justo a la mitad de este escrito cuando vi en mi inicio de Facebook que El Norte compartió un video que con el título “Un Bronco en el Zócalo” refleja justamente este vacío de poder que hay en el extremo norte de la Macroplaza. (Ve el video aquí)
¡Claro que no es el primero que anda en campaña estando en funciones! Eso me queda claro, es más, si listara a todos los que lo han hecho tan solo los últimos tres años, se me acabaría el espacio en WordPress; pero es la forma sutil en la que lo está haciendo lo que me molesta.
Porque el Bronco sale a la calle a hacer campaña y le vende a la gente (que se deja creerle, claro) la idea de que son ellos los que le están haciendo campaña, y que es la gente quien le pide que busque la Presidencia en 2018, y que, obviamente, será por ellos por quienes lo haga.
Suena tonto, pero es lo que está haciendo. Como producto, como mercadotecnia, la estrategia es formidable, pero como mexicano, como ciudadano en activo de mis derechos políticos, la idea es nauseabunda.
Es demagogia, es populismo, es la misma estrategia de 2015 aplicada a nivel nacional; es el Bronco y va en caballo de hacienda cabalgando hacia el 2018, haciendo apenas y lo mínimo en la administración estatal, pero partiendo plaza en el Zócalo estrechando manos, conociendo gente, ¡haciendo campaña!
Solo espero exista al menos un candidato sólido en 2018 que rete al Bronco a hacer una campaña que vaya más allá de rayadas de madre, que hable de propuestas, de un verdadero proyecto de nación, y sobre todo, que pueda convencer a la clase media. Al tiempo…
Fernando Ortiz 
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