Mis estimados y ficticios lectores. Como seguramente ya lo saben, hace un año comencé con la aventura de producir un podcast. Como ya lo he confesado anteriormente, lo hice animado por mi gran amiga May Armenta quien me contagió su idea por empezar a grabar nuestras voces y publicar lo que de nuestras conversaciones surgiera.
Ese proyecto se llama By The Way, el podcast que tiene todo por contar, cumple ya un año y tras 30 episodios me puse a reflexionar sobre algunas cosas que personalmente he ido aprendiendo con el paso de cada emisión.
1. No por no verte, deja de haber miedo.
Posiblemente lo que más me gustó de la idea de hacer un podcast era justamente el que no tendría que salir mi imagen, que sería pura voz y con eso nos ahorrábamos mucha producción y se mantenía un poco la secrecía de quien hablaba.
Es cierto, pero nunca pensé que aún con eso los nervios y la vergüenza iban a seguir a flote. Cuando uno se para detrás de un micrófono (aún y cuando no haya cámara enfrente) éste te impone y saca tus mejores muletillas y tus peores trabas del lenguaje.
Así que si vas a lanzar tu podcast, mejor llega a tu «cabina» con plena conciencia de que el micrófono la lleva de ganar. Eso facilitará las cosas.
2. Tranquilo… nadie te escucha.
Si ustedes espulgaran los primeros tres episodios de By The Way y los compararan con los últimos tres, posiblemente detecten que hay una diferencia enorme en la soltura de los conductores.
Y es que esos primeros episodios, tanto Mayra como yo, nos manteníamos demasiado serios, acartonados, fingiendo ser un par de locutores que en definitiva no somos.
Mayra lo entendió más rápido y se fue soltando mucho antes, y fue eso lo que me dio confianza de yo también comenzar a ser yo y decir lo que digo en cualquier conversación.
También ayudó el haber cambiado de paradigma mental: en lugar de grabar pensando que me escucharían cientos de personas… empecé a grabar pensando que no me escucharía nadie. Podrá sonar triste, pero esa mentalidad hará que más rápido encuentres tu tono ideal.
3. ¡Déjate emocionar!
Va en línea con el comentario anterior; si tú piensas que al tercer episodio tendrás 3 mil reproducciones, va… ¡qué bueno que tengas esas metas! ¿Pero qué pasará si no las consigues? ¿Vas a dejar de producir?
Mejor déjate emocionar por lo que le vaya ocurriendo a tu podcast, así sea que logres 10, 100 o mil reproducciones. Emociónate cuando por Whatsapp tus amigos te escriban para comentarte algo que tú dijiste y emociónate también cuando una desconocida te escriba con alguna observación.
Y recuerda, aún si algún hater te escribe para quejarse de tu podcast, ¡emociónate! al menos ese hater te dio de su tiempo para escucharte, y bien que mal ya es parte de tu público.
4. Escucha a tus audiencias.
Los temas para un podcast son muchos, pero pasando los primeros quince episodios, seguramente comenzarán a escasear… por mucho tema de conversación que tengas, empezarás a autocensurarte, buscando que los temas sean relevantes, suficientes en contenido o que vayan de acuerdo a tu propia personalidad.
Esto es súper lógico y comprensible, puesto que al final del día tu podcast es una extensión de tu imagen digital y debes de cuidarla.
Por ello, a veces sirve mucho escuchar a quienes nos escuchan, ya sea en una encuesta en Instagram o con una publicación en Facebook… pregúntale a tu audiencia de qué quieren que hables. Las respuestas van a variar, pero te puedo asegurar que si te dan 10 respuestas, al menos 3 van a poder convertirse en un episodio.
Posdata: si esas tres son sobre el mismo tema, ese episodio es prácticamente obligado.
5. Planea y respeta el plan.
Un público requiere constancia, y si tu podcast sale a veces sí y a veces no (confieso que a nosotros mismos en By The Way muchas veces se nos complica la agenda), la gente nunca podrá tomarte como algo seguro.
O peor aún, si a los tres episodios decidiste dejar de producirlo, digamos que no le diste el suficiente tiempo para madurar y seguir atrayendo audiencia.
Te recomiendo algo que a Mayra y a mi nos funcionó muy bien: antes de grabar el primer episodio, hicimos una reunión en la que planeamos que, sin importar qué pasara ni cómo nos fuera, By The Way tendría 12 episodios que en conjunto formarían la primer temporada y al término de los cuales nos volveríamos a juntar para evaluar si le seguíamos o lo parábamos.
La libramos, nos gustó, nos fue bien y entonces volvimos a juntarnos y el siguiente plazo ya no fue por número de episodios, sino por meses, plazo que justo estamos cumpliendo y con el que cerramos esta segunda temporada. ¡Es una técnica que funciona!
6. Promociónate
No importa que tengas 5 amigos o que pienses que a ninguno le interesa… ¡tú promociona tus episodios en tus redes sociales!
Lo recomiendo por dos razones: la primera y más importante, porque si no te promocionas tú… ¿entonces quién?; y la segunda, si tú no te promocionas podría pensarse que no estás satisfecho con el producto que estás lanzando al mercado, entonces ¿con qué ánimos esperas que la audiencia de play?
Disfruta el juego, aprende, haz prueba y error.
Tómate en serio el juego… podrá sonar a contradicción pero es la mística que debería de rodear cualquier proyecto. Los podcast, como lo fueron los video blogs en 2010 y los blogs escritos allá por el 2005, no es más que un formato de contenido que hoy está de moda. No sabemos cuánto vaya a durar, así que mientras lo hagas, ¡disfrútalo y aprende!
Piensa que en cada nuevo episodio te vuelves más experto.
Y si tú eres uno de los que nos ha regalado algunos minutos para oírnos en By The Way, ¡muchas gracias! Eres parte de este aprendizaje y te aseguro que pronto nos escucharás con nuevas cosas qué decir en el podcast que tiene todo por contar.
¡Gracias Mayra, gracias bythewayers!
¡Anímate y deja un comentario!